Título: Un desdén castigado |
El día veinte de abril, mocitas, tener memoria
que por culpa de los celos un novio mató a su novia.
Como era tan rebonita la tiraban el sombrero
Antonio la tiró el suyo y no quiso recogerlo.
A otro día a la mañana Antonio se levantó
para ir a casa de su novia a pillarla en ocasión.
Al subir las escaleras ella se estaba peinando.
–Vete, Antonio, de mi casa porque va a venir mi hermano.
–Si viene tu hermano que venga que yo no quiero aquí amores
que a la que haya querido siempre ahora otro se los lleve–.
Y sin decir más palabras la ha recostado en la cama
ha sacado un puñal de oro y le ha dao tres puñaladas.
Ya la suben, ya la bajan, ya la han metido en la losa
toda vestida de blanco que parecía una rosa
que parecía una rosa que parecía un clavel.
La madre que tiene hijas y no sabe para quién
si es para un hombre malvado o es para un hombre de bien.
Por la calle la estación ya nadie quiere pasar
porque vive doña Carmen la madre del criminal.
Publicado en el libro de Javier Asensio García Romancero general de La Rioja Editorial Piedra de Rayo, Logroño, 2009.