Título: Tamar V |
El rey moro tiene un hijo que Pacífico se llama,
un día estando comiendo se enamoró de su hermana,
a eso de los pocos días cayó malito en la cama,
el padre que subió a verlo: –¿Qué te pasa, hijo del alma?
–Tengo un as calenturitas que me están robando el alma.
–¿Quieres que te mate un ave de esas que vuelan por casa?
–Máteme usted lo que quiera, que me lo suba mi hermana–.
Como era en tiempo verano subió con la enagua blanca,
la agarró por la cintura y se la metió en la cama.
–Déjame, hermano mío, déjame que soy tu hermana.
–Si eres hermana que seas, haber no sido tan guapa–.
A eso de los pocos meses cayó malita en la cama,
llamaron a los doctores para que la visitaran,
uno le tomaba el pulso, otro le mira la cara
y el más pequeño de todos: –Esta niña está preñada–.
El padre que se enteró la tiró por la ventana
y castigó a Pacífico por abusar de su hermana.
Curioso nombre el de Pacífico para este violador de su hermana. En las versiones más frecuentes se llama Tranquilo, nombre que tiene una sílaba menos que Pacífico y que se ajusta mejor a la métrica del romance.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.