Título: Soldados forzadores |
Vino un día muy festivo, vino un día muy festivo iban dos damas a misa, chibiribirí, iban dos damas a misa
la una de verde morado la otra de seda fina.
El galán le dijo: –Alférez, ¿cuál te parece más linda?
–La de lo verde y morado me roba el alma y la vida
a ti te lo pido, alférez, que me la saques un día.
–Sí te la tengo sacar aunque me cueste la vida–.
Vino un día muy lluvioso y una noche muy oscura
van a casa de sus padres preguntan por la su hija.
–Nuestra hija no está en casa que está en casa de una tía–.
Recorren toda la casa con una luz encendida
la hallan debajo una cama que la tienen escondida
la bajan por la escalera de su madre se despedía.
–A ti te pido, mi hija, que guardes tu honra y la mía.
–Sí la pienso guardar, madre, aunque me cueste la vida–.
La cogen entre los dos la llevan a una campiña
la cogen entre los dos en medio de sus rodillas
ella, como una leona, de los dos se defendía
ya que gozarla no pueden a puñaladas moría.
Al día siguiente los busca la policía
ya los llevan a la cárcel su sentencia ya está escrita
que los aten con cadenas para el resto de su vida
y que les den de comer un pan y un jarro de agua fría
…………………………… y así termina la vida
de aquellos facinerosos que bien se lo merecían.
Publicado en:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.