Título: Sermón burlesco a las Hijas de María II |
Queridas hermanas mías,
mucho y muy largo es lo que tengo,
lo que tengo que contaros
que se me levanta.
Se me levanta el corazón a las regiones celestes
y vosotras os abrís,
os abrís para poseer el divino tesoro.
A vosotras me dirijo, hijas de María,
a las que estáis con el mes,
con el mes de María,
con el mes de las flores.
La tengo tan grande, tan grande
la satisfacción de veros a todas reunidas
que os penetra,
que os penetra hasta el mismo rincón de vuestras almas
y vosotras os abrís,
os abrís para poseer el divino tesoro.
Tiraos al santo y chupadle,
y chupadle su divina sangre
para que con él podáis lavar toda mancha de pecado
y una vez lava, lava, lavado
quedéis en estado,
en estado de recibir al santísimo sacramento
y podáis gozar, gozar conmigo
de la bienaventuranza eterna.