En la tradición oral todavía quedan recuerdos de la figura de Quevedo, ese gran poeta satírico del Siglo de Oro cuyos versos transgresores le hicieron famoso en vida. Quevedo ha viajado en el tiempo con fama de gracioso irreverente como el actual Jaimito que de alguna manera sustituyó a aquel en los relatos orales. Quevedo es el astuto protagonista del cuento en el que disfrazado de mujer entra a trabajar como sirvienta de una casa en la que vivían tres chicas jóvenes con las que se acostó. Cuando estaba a punto de descubrirse el pastel Quevedo le robó el caballo al doctor que estaba atendiendo a las tres hijas enfermas, éste se asomó a la ventana, vio que Quevedo se escapaba con su caballería y le dijo al padre de las chicas:

Señor, no ha jodido a tres,
que han sido cuatro,
a sus tres hijas y a mi caballo.

Hemos recogido una versión similar en Valdemadera.

Bibliografía:

• Javier Asensio García, Los 99 mejores cuentos de la tradición riojana, Piedra de Rayo, Logroño, 2012.