Título: Por las montañas santanderinas |
Vengo de la romería
de la Virgen del Collado,
de lucir mi saya verde
y el pañuelo colorado.
Por las montañas santanderinas,
peñas abajo, peñas arriba,
el gran tunante me perseguía
por las montañas santanderinas.
Yo venía de regar,
mi novio salió al encuentro,
me cogió por la cintura
y me quiso dar un beso.
Por las montañas santanderinas,
peñas abajo, peñas arriba,
el gran tunante me perseguía
por las montañas santanderinas.
Un nido de pajarillas,
niña, tengo yo escondido,
ten cuidado, rapazuela,
mira no te pesque el nido,
que si te lo pesco
sin él te quedas
y allá mi muerte
y en él supiera
Por las montañas santanderinas,
peñas abajo, peñas arriba,
el gran tunante me perseguía
por las montañas santanderinas.
Vieja canción que la informante aprendió hacia el año 1920 de oirla cantar en la plaza a un señor del pueblo.
Hemos encontrado un paralelo en un canto de romería recogido en la provincia de León en el año 1946, ver Revista de Folklore, nº 325, página 19.
Narcisa Matute cantaba con un gusto exquisito las canciones y romances de su Viniegra de Arriba natal.