Título: Por las almenas del cielo + Congoja de la Virgen en Belén |
Por las almenas del cielo se pasea una doncella
blanca, rubia, colorada [relumbra como una estrella].
Cristo le dijo a San Juan: –¿Quién es aquella doncella?
–Vuestra madre, buen Jesús, vuestra madre blanca y bella.
–Quisiera enviar a llamar con los ángeles del cielo–.
No viene vestida de oro ni de plata ni de seda
ni la han hecho los plateros ni toda su platería
que la ha hecho el rey del cielo para la Virgen María.
Las almenas son de oro las torres de plata fina
y entre medio las almenas está la Virgen María
dándole pecho a su Niño la Virgen llorar quería.
–¿Por qué lloráis, madre, por qué lloráis, madre mía?
–No lloro por sed que tengo ni por hambre que tendría
lloro por los pecadores que en el mundo se perdían.
–Pues si yo fuese mayor a los cojos sanaría
antes de morir en la cruz a los ciegos darles vista
y he de resucitar para la Pascua florida–.
Encarna aprendió este doble romance religioso de su abuela, con la que se acostaba siendo niña en la misma cama. Lo recitaban a modo de oración.
Publicado en el libro de Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.