El informante nos aporta un testimonio de interés: La oración le llamó poderosamente la atención al rector del seminario de Logroño que se encontraba en Hornillos y la anotó. El rector sabía mucha teología pero ignoraba las oraciones tradicionales que los hombres del medio rural usaban para sus necesidades más perentorias como era el encontrar una oveja perdida.

[San Antonio de Padua] que en Padua naciste,
en Galicia estudiaron,
donde te dieron la muerte
y a tu padre lo mataron.
De allá te vino la nueva
donde a tu padre mataron,
el cordón que le pusieron
las perdices lo ganaron
y por eso yo te digo
que me guardes mi ganado,
que sea de zorro, zorra,
lobo, loba,
de mujer o de hombre
que tenga malas intenciones
y por eso te encomiendo
en todas mis oraciones.

Bibliografía:

• José Manuel Fraile Gil, Conjuros y plegarias de tradición oral, Compañía Literaria, Madrid, 2001.