Título: Madre mía, si me pierdo |
En el siglo XIX entró en el repertorio de jotas populares las llamadas carceleras, en este caso el lamento de quien está pagando por un delito como es el desamor y maltrato a los padres.
Madre mía, si me pierdo
no se lo digas a naide,
que estoy sufriendo condena
por maltratar a mis padres.
La sobremesa de los romeros en Valvanera es motivo para el canto de alegres jotas y canciones de todo tipo. Nos hacemos eco de algunas de ellas, las más pegadas a la tierra riojana y las que nos hablan de los quehaceres e ilusiones de la sencilla gente labriega.