Título: Madre, en la puerta hay un niño XIV + El Niño perdido y hallado en el templo |
-Madre, en la puerta hay un niño más hermoso que el sol bello,
supongo que tenga frío y el pobrecito está en cueros.
-Anda, dile que entre, se calentará
porque en esta tierra ya no hay caridad-.
Entra el Niño y se calienta y caléntandose está,
le pregunta la patrona de qué tierra y de qué paz.
El niño contesta soy de lejas tierras,
mi padre es del cielo, yo soy de la tierra.
-Hágale la cena al niño, hágasela con sazón.
-No me haga usted la cena porque nunca ceno yo,
desde que nací
hasta que me muera ha de ser así.
-Hágale la cama al niño, hágasela con primor.
-No me haga usted la cama, que mi cama es un rincón,
desde que nací
hasta que me muera ha de ser así-.
Al otro día siguiente iban en busca del Niño,
por calles y veredas y por sendas y caminos,
iban preguntando si habían visto
al sol de los soles
al que nos alumbra con sus resplandores.
Bella muestra de romance navideño es esta versión completa de Madre, en la puerta hay un niño, que cantan con la zambomba las hermanas Práxedes y Lucía, con versos de un segundo romance del ciclo de la infancia de Jesucristo, el del Niño perdido y hallado en el templo.
Bibliografía:
- Javier Asensio García y Helena Ortiz Viana, La navidad riojana, Piedra de Rayo, Logroño, 2005.
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.