Título: Las mujeres habladoras pierden la noción del tiempo |
En la vida tradicional de la mayoría de pueblos riojanos -por no decir en todos pues hasta las grandes ciudades tenían esa costumbre- cada vecino que tenía cabras para consumo doméstico de leche las soltaba por la mañana para que el cabrero del pueblo las llevase a pastar al campo. Se aprovechaban las horas de luz por lo que en invierno la cabrada de la villa estaba menos tiempo en el monte y en el verano pastaban durante más tiempo.
Alrededor de San Juan, hacia el 24 de junio, son los días en los que hay más horas de sol. Dos mujeres se juntaron a hablar al soltar las cabras por la mañana y cuando el cabrero regresó al atardecer aún seguían hablando. Pese a ser el día largo, se les hizo muy corto porque ya se sabe «que estos días de San Juan no dan para nada».
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Cuentos riojanos de tradición oral, Piedra de Rayo, Logroño, 2004.