Una noche triste oscura     y en el rigor del invierno
camina la Virgen pura     preñada del verbo eterno.
A Belén llegó a deshora     y allí le dijo al portero
y el portero le responde     muy alto y muy satisfecho:
–No me parece bien eso     en una hermosa doncella
una hermosa doncella     y en compañía de un viejo–.
–Vámonos de aquí, José,     vámonos de aquí a otro puesto
que donde no hay caridad     no es posible que roguemos–.
A las doce de la noche     la Virgen está pariendo
en un pesebre con paja     por no parir en el suelo
la Virgen, triste, afligida,     no tiene dónde meterlo.
–Toma, José –va y le dice–,     pañales y metederos
y si no tienes bastante     ahí te queda el otro tercio–.
La de Atocha está en Madrid     la del Sagrario en Toledo
la del Pilar en Zaragoza     y la de Vico en Arnedo.
Con estos cuatro pilares     podemos subir al cielo
subiendo un valle arriba     el Cristo (d)el humilladero
y la Santísima Trinidad     en El Villar la tenemos.
La Virgen del Pilar dice     que no quiere ser francesa
que quiere ser capitana     de la tropa aragonesa.
La Virgen del Pilar dice     que no quiere la corona
que se la den a los pobres     que van pidiendo limosna.
La Virgen de Peñaescurna     le dijo a la del Pilar
si tú eres aragonesa     yo soy navarra y con sal.

Peñaescurna no es una localidad navarra, se trata de una aldeíta soriana, abandonada hace varias décadas y arrimada a La Rioja entre las fragosas sierras que corta el río Linares en su discurrir desde San Pedro Manrique a Cornago.

Crescencia Arpón, magnífica informante de Bergasillas Somera que supo transmitir sus conocimientos y cariño a hijos y nietos.

Publicado en Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2009.