Título: La piedra de batir del zapatero |
Había una vez un zapatero que tenía una mujer y todos los días venía el sobrino del cura a bailar la trompa donde el zapatero, que vivía allí, en el centro del pueblo. Y el cura le había enseñado un cantar, así que cuando se ponía a bailar la trompa, el sobrino cantaba:
–Ha dicho mi tío que vaya usted allí.
Cogía la mujer del zapatero y se marchaba arreando a la casa del cura.
El zapatero tenía la piedra de batir que era donde allanaba el cuero con una maza, donde clavaba los clavos y arreglaba los tacones. Y todos los días cuando bajaba de casa, antes de irse a la del cura, ella se sentaba allí, toda remangada delante de su marido. Y el zapatero estaba mosqueado y decía:
–Ésta me la está pegando.
Y ya un día no se le ocurrió otra cosa que calentar la piedra de batir. La mujer se sentó allí y tuvo que brincar porque se chomarró todo el culo. Total que la tuvieron que llevar al médico. Al otro día, ¡pum, pum!, otra vez el chaval llamando a la puerta. Se pone a bailar la trompa y cantaba:–Ha dicho mi tío que vaya usted allí.
y le responde el zapatero:
–Pues dile a tu tío que no puede ir
que se ha quemado el culo con la piedra batir.Eso es cierto.
Publicado en:
- Javier Asensio García, Los 99 mejores cuentos de la tradición riojana, , Piedra de Rayo, Logroño, 2012.
Paralelos:
https://corpusdeliteraturaoral.ujaen.es/archivo/0839n-la-mujer-del-zapatero-y-el-cura