Riojarchivo

 

Título: La muerte del príncipe don Juan II
Clasificación: Romancero
Localidad: Anguiano
Informante: Maura Hernáez Lombillo (19-12-1928)
Recopiladores: Javier Asensio García, Helena Ortiz Viana y Julián Tomás Lasheras
Lugar y fecha de grabación: Anguiano, 26 de mayo de 2013
Catalogación: IGRH 0006

 

Voces nuevas, voces nuevas      que se corren por la España
que don Juan el carpintero      está malito en la cama.
Siete doctores le asisten      ninguno le entiende nada
y ahora falta que venir      el mejorcito de España.
–Suba, suba usted p’arriba      que el enfermo está en la cama.
–Siete horas tiene de vida      y hora y media va pasada
y ahora tiene la ocasión      de hacerle una buena manda.
–Mientras mis padres no mueran      yo no puedo mandar nada
por aquel anillo de oro      que le di de enamorada.
–Si tú se lo has dado de oro      yo se lo he dado de plata–.
Y estas palabras tenían      su esposa cayó desmayada
no la pueden volver en sí      ni con vino ni con agua
ni con agua ni con vino      no pueden resucitarla.
Salió de su vientre un niño      que parecía una plata
lo llevaron donde el padre      que la bendición le echara.
–La bendición de tu padre      la de Dios, hijo, te caiga
que si tu madre se ha muerto      a mí poquito me falta
y con esto nos iremos      a la bienaventuranza–.

La llama del romancero sigue viva en el siglo XXI

Don Ramón Menéndez Pidal y su mujer María Goyri, los dos grandes estudiosos de la épica hispana, de la historia de la lengua castellana, de los dialectos hispanos y del romancero hicieron un viaje de novios muy particular. Fue en el año 1900 y en lugar de irse a las playas de moda de la burguesía o a ver las modernidades parisinas se animaron a recorrer la ruta soriana del Cid.

En el Burgo de Osma se alojaron en una pensión en la que una limpiadora se disponía a hacer la cama. Mientras María Goyri canturreaba el romance de La boda estorbada la limpiadora le dijo que sabía varios de esos cantares, lo que despertó la curiosidad de la mujer de don Ramón Menéndez Pidal, filóloga como él. Aquella humilde “lavandera del Duero” se arrancó con un romance que no conocían, el de la muerte repentina del hijo de unos reyes de España. Con el tiempo descubrieron que ese romance se había originado a finales de la Edad Media como un lamento por la muerte prematura del príncipe don Juan, el hijo de los Reyes Católicos que, de otro modo, habría unido los reinos de Castilla y Aragón.

 

PidalGoyri

El matrimonio Menéndez Pidal-Goyri en su viaje de novios, recorriendo a pie las tierras sorianas del Cid.

La concienzuda labor investigadora nos ha llevado a encontrar esta joya de la transmisión oral en labios de una mujer riojana que lo había aprendido de su abuela y lo ha recreado toda su vida en las labores del campo.

Bibliografía:

  • Diego Catalán Menéndez Pidal, Arte poético del romancero oral, parte 2ª: Memoria, invención, artificio; Siglo Veintiuno de España Editores SA, Madrid, 1998.
  • Publicado en el libro de Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2009. El tema está incluido en uno de los dos CD que acompañan al libro.