Título: La dicha del gallo |
Quien tuviera la suerte
de ser el gallo,
que todas las mañanas
monta a caballo.
La gallina se agacha
y el gallo sube,
le echa cuatro palitos
y se sacude.
La gallina le dice:
-Gallo atrevido,
yo me he agachado,
tú me has subido-.
En las noches festivas de bodega y taberna, cuando los animados concurrentes se han pasado al enemigo, salen a colación las tonadas más picantes y atrevidas, como ésta de la dicha del gallo.