Título: La danza III |
En los años cuarenta del siglo pasado, tiempos de lenguajes exaltados por el fervor patriótico y religioso, un allegado a Ortigosa de Cameros escribió un libro sobre la villa. En él citó la fiesta de la Virgen del Carmen y su danza:
«Para comprender la devoción y cariño que los ortigosanos profesan a su patrona es necesario asistir a la procesión del día de su fiesta, en la que, antecedida por larga fila de devotos, vestida con rico manto de tisú blanco, recamado de oro y precioso escapulario, luciendo en su cabeza espléndida corona de capa dorada, entre el volteo de campanas, estruendo de cientos de cohetes, sonido de música y de las clásicas dulzainas, con los típicos danzadores, con sus arcaicos trajes blancos adornados con cintas y lazos de vivos colores que al son de las castañuelas desgranan sus originales y ancestrales danzas, seguida del pueblo y autoridades, se pasea por las estrechas y típicas calles, y al contemplar su mirada, que parece agradecer este cálido y entusiástico homenaje que le dedican sus amados hijos…»
(Leopoldo Martínez Olmedo, Monografía de la Villa de Ortigosa de Cameros, ed. Afrodisio Aguado, Madrid, 1946, capítulo 5).
Bibliografía:
- José Antonio Quijera Pérez, Danzas tradicionales de La Rioja, I.E.R., Logroño, 1992.