Pues resulta que eran dos amigos, y el uno era tartamudo y el otro era que tenía así el baile de san vitor, lo que es hoy ya esa enfermedad que le llaman el Parkinson y dice:
–Pues vamos a cazar, verás lo bien que lo pasamos, las palomas que matamos.
Con que va el tartamudo y se pone en el puesto a ver las palomas. Y viene el otro y le dice:
–Bueno, cuando vengan las palomas me avisas –le dijo al tartamudo–.
Y fue el tartamudo y le avisó:
–Pa, pa, pa, pa, pa, pa, lomas.
Y tiró ¡pomba!, y dice:
–¿Cuántas han cáido?
Y dice:
–¡Mecagüen tu madre!, los de arriba todos.
Ya sabe, al tirar la escopeta pega un golpe patrás, y con el baile que tenía se quedó sin dientes.

Bibliografía:

• Javier Asensio García, Cuentos riojanos de tradición oral, Piedra de Rayo, Logroño, 2004.