Título: La boda estorbada XI |
–Siete años por la tierra otros siete por la mar
si a los catorce no vuelvo tú ya te puedes casar–.
Se pasaron los catorce y también los dieciséis
y su madre le decía, hija mía, cásate.
–¡Cómo quieres que me case si mi novio vivo está!–
Se vistió de peregrina y hacia Barcelona va.
Al llegar a Barcelona se paró a preguntar.
–¿De quién son esos caballos que tan elegantes van?
–Son del conde de Las Flores mañana se va a casar–.
A la mañana siguiente a pedir limosna va.
–Una limosnita, conde, que Dios se la pagará–.
Se echa mano al bolsillo y una peseta le da.
–¡Qué poca limosna, conde, qué poca limosna da!
¡qué poca limosna, conde, pa la que has solido dar!
–¿Quién es esta peregrina que a mí me conoce ya?
–Soy de tierras muy lejanas no sé si recordará.
Mire usted esta sortija mire usted este collar
mire usted esta sortija no sé si recordará–.
Se besaron, se abrazaron, se volvieron a abrazar
la otra que lo estaba viendo del balcón se fue a tirar.
–Si te tiras que te tires a mí no me importa ya
son mis primeros amores con ellos me he de casar.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.