Título: La bastarda y el segador III
Título: La bastarda y el segador III |
Rey moro tenía una hija bonita como la plata
sus padres que ha de ser monja ella que ha de ser casada.
Una noche de verano cuando la luna asomaba
pasaron tres segadores y de uno se enamoraba.
–Oiga usted, buen segador, ¿quiere segar mi cebada?
–Si quiere que se la siegue vamos a ver de ajustarla.
–Mi cebada no está en alto ni está en bajo ni en montaña
que está entre dos columnas debajo de mis enaguas–.
El segador que oye eso la coge y la echa en la cama
y a eso de la media noche la niña le preguntaba:
–Oiga usted, buen segador, ¿qué tal lleva la cebada?
–Siete gavillas he hecho y ocho con la empezada–.
El padre que oye hablar a la hija preguntaba:
–Dime, dime, hija querida dime, dime con quién hablas.
–Padre, con quién he de hablar con una de mis criadas
que tenía mucho miedo y se ha metido en mi cama–.
El segador que oye eso se tiró por la ventana.
–Oiga usted, buen segador, que si volverá mañana.
–Sí señora, volveré pero volveré la espalda
porque pienso que me harán de palos una zamarra–.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.