Título: En España ya no hay leyes |
Dicen que los liberales,
dicen que los de la Unión,
socialistas, anarquistas,
de todos somos un poco,
entre unos y otros partidos
al mundo volvemos loco,
discutimos
y aquel que menos entiende,
aquel hace su negocio,
y el que más mira
menos comprende.
Esto es un lío
y en eso queda
y no hay quien lo defienda
ni quien lo entienda,
ofrecimientos
nos dan bastantes
y vamos cada día
más ignorantes.
Si discutimos
también sacamos
buen desafío
y siempre todos quedamos
bien incluidos.
Nos insultamos
y si el negocio no nos trae cuenta
todos nos arrimamos
al sol que vemos que más calienta.
Un español subió al cielo
y le dijo con anhelo
a Cristo Nuestro Señor:
Señor mío, Jesucristo,
vengo del suelo español,
a tu poder infinito
vengo a pedirte un favor,
en España ya no hay leyes
vergüenza ni dignidad
y tú solo eres quien puedes
bajar a esa y eso arreglar.
Y Jesucristo, esto que oyó,
sin perder un instante
le contestó:
Calla, ignorante,
vete de aquí,
porque tú no recuerdas
lo que yo sufrí,
que yo no bajo
ya más al mundo
no tengáis duda
porque hay allá muchos Herodes
y muchos Judas
tiempos pasados en que bajé
para daros luz
y como esclavo me asesinasteis
en una cruz,
que yo no bajo ya más al mundo
y eso es así
y menos a España con tanto pillo
como hay allí.
Los conflictos sociales y políticos habidos durante los años que duró la II República Española, entre 1930 y 1936, fueron reflejados en ese espacio de libertad colectiva que fue el carnaval. No conocemos el origen de esta murga de carnaval de carácter crítico y a la par divertido pero tanto Daría como otras mujeres cerveranas la recordaban.