Título: Elaboración de hormigos |
En Santa Marina este alimento está muy relacionado con la actividad pastoril. Cada vez que Marino hace queso, puede elaborar después, con el suero sobrante, otros dos alimentos: hormigos y requesón.
En La Rioja los hormigos se han hecho dulces y salados. La receta es simple; sólo hay que mezclar un líquido: agua, suero, arrope, agua de cocer remolacha azucarera, agua de limpiar los recipientes que contenían miel…, con harina de trigo, de centeno o maíz. La mezcla se cuece hasta que espesa. A los hormigos salados se les añadía pimentón, ajo y otros aderezos y a los dulces se les añadía azúcar. Los de la foto los hizo Marino con suero, harina y azúcar.
Los hormigos es un plato tradicional que ha estado muy extendido por gran parte de La Rioja. Uno de los milagros que se atribuyen a la Virgen de Los Modorios es el de haber proporcionado harina al santero de la ermita. En el año 1722 el licenciado Juan Fernández Salvador nos cuenta en su Historia de Nuestra Señora de Lomos de Orios que el santero «advirtió a su mujer que para que les durase más tiempo la fuese gastando en hormigos, que se hacen con agua, sal y aceite, que en otras partes llaman puches.»
(Licenciado don Juan Fernández Salvador, Historia de Nuestra Señora de Lomos de Orios, ed facsimilar de la Mancomunidad del Alto Iregua, 2005. El original es de 1722, Madrid, página 147.)
La costumbre de mezclar la harina y el agua con otros ingredientes para hacer este sencillo plato sigue vigente en varios pueblos de nuestra región, rondando casi siempre alguna fiesta invernal.
Por Santa Lucía, el 13 de diciembre, preparaban los hormigos en Igea y los «hormiguillos» que viene a ser lo mismo- en Grávalos. En Herce lo hacían de víspera y echaban agua de anís o arrope.
Por San Antón, el 17 de enero, los hacían en Cervera del Río Alhama. El mismo día los preparaban en Valdemadera; los mozos con ganas de divertirse untaban las cerraduras de las puertas de las chicas con la pasta harinosa que no había salido bien.
Parece ser que este plato ha estado más arraigado en La Rioja Baja o, al menos, ha perdurado hasta tiempos más recientes. En Aldeanueva de Ebro la pasta blanca del hormigo se acompañaba con vino.
La cerverana María Jesús Jiménez Vera (1-1-1948) nos da la receta de cómo los elaboran en la localidad del Alhama, donde contrasta la textura y el sabor del hormigo frío y salado con el dulzor de la leche caliente:
Con un litro de agua, sal y cuatro cucharadas colmadas de harina. Se cuece la harina hasta que espese, se deja enfriar en una fuente y se corta en cuadraditos. Esos son los hormigos. Se acompañan con leche caliente, canela y azúcar.
Lugar y fecha de recopilación: Universidad popular de Logroño, 1 de junio de 2010.
Bibliografía:
Luis Vicente Elías y Erhard Rohmer, Por las cocinas de Cameros, Centro de Investigación y Animación Etnográfica El Molino (Sorzano) La Rioja, 1989.