Título: El vendedor de nabos |
Ahora que estamos solos vamos a contar mentiras,
por el mar corren las liebres por el monte las sardinas.
Mi abuelo tenía un peral todo lleno de manzanas,
trianlará, todo lleno de manzanas, trianlará, todo lleno de manzanas,
aparejó el burrico y se fue a vender nabos
y en mitad del camino le salieron los gitanos,
le quitaron el burrico y le mataron a palos.
Y allá arribita, ribita hay un letrero bordado
con unas letras que dicen: ‘Aquí murió el de los nabos,
no murió de la gripe ni tampoco del catarro,
que murió de una paliza que le dieron los gitanos’.
Corro de niñas agarradas por las manos.