Título: El toro de oro de Calahorra |
Calahorra es una antiquísima ciudad cuyo casco antiguo se sitúa sobre los restos de lo que primero fue ciudad celtibérica, luego romana, más tarde musulmana y desde el siglo XI cristiana. En las edificaciones del casco antiguo puede comprobarse cómo durante siglos se han usado y reutilizado desde viejos muros romanos, adobes y hasta modernos ladrillos y vigas de hormigón.
El subsuelo de la ciudad ha estado horadado por diversas canalizaciones que, como las conocidas cloacas de la calle San Andrés, han sido objeto de fabulaciones por quienes han vivido en la ciudad. Se cuentan decenas de historias de personas que se han adentrado en túneles y bodegas y que rápidamente han tenido que salir por falta de oxígeno. En el imaginario colectivo el subsuelo calagurritano ha sido siempre un lugar mágico e impenetrable. José María se hace eco de dos leyendas muy comunes de la ciudad, la de que en un lugar desconocido hay un toro de oro y la de que la red de túneles es poco menos que interminable, comenzando uno de ellos en la vieja puerta tapiada que nos enseña y terminando varios kilómetros al norte.
El hallazgo ocasional de monedas de la época romana no ha hecho sino incrementar la creencia en la magnitud de los tesoros que guarda el subsuelo de la ciudad, sobre todo cuando en el dorso de alguna de ellas aparece la imagen de un toro.
El artista local Pablo Torres Cascante recreó el lugar donde pudiere estar el legendario toro calagurritano.
Bibliografía:
- Félix Manuel Martínez San Celedonio, Calahorra milenaria. Leyendas e ilustres, Gráficas Ortega, 1978.