Título: El testamento que burla a los monjes |
Los monjes de San Millán de la Cogolla no dejaban en ningún momento a un hombre moribundo por ver si en su testamento dejaba algo para ellos. El buen hombre llamó al notario de Nájera e hizo la siguiente manda:
A los freiles de la Cogolla
del convento San Millán
yo les quiero mandar:
La finca junto a la carretera Badarán
que la poden en enero
y la labren en San Juan
y a mediaos del mes de octubre
mis hijos la vayan a vendimiar.
Los frailes, rápidamente, renunciaron a las últimas voluntades del señor José.