Dos cuentos enlazados en uno. El cura quiere quedar bien con el obispo que viene a visitarle con motivo de las fiestas patronales y manda al sacristán a robar un cordero en un encerradero de ganado. Al sacristán lo muelen a palos. Cuando vuelve al pueblo y entra en misa se produce un diálogo gracioso, primero entre el cura y el sacristán y, segundo, entre el cura y el ama, a quien indica entre latinajos cómo ha de guisar el capón.

–Vosotros que fuistis y vinistis,
decirme lo que trajistis.

–Nosostros que fuimos y vinimos,
más llevamos que trajimos.

–Andrea, vete a casa,
pon el gallo refritorum,
échale pimentorum,
ajorum y peregilorum,
dominos nostrum.

Bibliografía:

• Antonio Lorenzo Vélez, Cuentos anticlericales de tradición oral, Ámbito, Valladolid, 1997.
• Javier Asensio García, Cuentos riojanos de tradición oral, Piedra de Rayo, Logroño, 2004.