Título: El hueso cantor II |
Ascensión Sáenz es una magnífica informante. El lector de esta página podrá comprobarlo ya que son muchos sus testimonios publicados aquí. Sabe romances, canciones y recuerda costumbres y leyendas de su pueblo. Pero en lo referente a la cuentística sus conocimientos no son tan llamativos, sobre todo en lo relacionado al cuento de carácter mágico que va desapareciendo lentamente de la tradición oral. El cuento del hueso cantor no le surgió espontáneamente, lo recordó cuando nosotros le preguntamos si le sonaba la historia de dos hermanos que salieron juntos al campo y uno de ellos encontró un tesoro o un ramo de flores de lilailá que el otro lo quitó. Entonces a Ascensión le vino el recuerdo de esa historia que en otros tiempos circulaba de boca en boca con más profusión que de cincuenta años a esta parte, por ello nos lo supo contar pero no con el nivel de detalle que sus antepasados lo conocían. Se trata de un buen ejemplo de cómo cierta tradición va degradándose con el paso del tiempo y cómo el cuento tradicional de carácter mágico tiende a desaparecer de la memoria colectiva.
Padre mío, fíjate bien,
que mi hermana la mayor
por la flor de la violeta
en el campo me enterró.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Cuentos riojanos de tradición oral, Piedra de Rayo, Logroño, 2004.
- Julio Camarena Laucirica y Maxime Chevalier, Catálogo tipológico del cuento folklórico español. Cuentos maravillosos, Gredos, Madrid, 1995.