Título: El cura delata al ladrón |
La habilidad de algunos sacerdotes de estar predicando para todos y dar la sensación de que se dirigen a cada uno de los feligreses que acuden a misa, habilidad expresada en gestos, miradas y entonaciones adecuadas es el motivo principal de este cuento. El cura no sabía quién le había robado el sogueo pero lo dejó caer:
Él bien me mira,
yo bien lo veo,
el que me robó el sogueo.
El ladrón se dio por aludido y le devolvió lo robado.
Bibliografía:
- Antonio Lorenzo Vélez, Cuentos anticlericales de tradición oral, Ámbito, Valladolid, 1997.