Título: El cachiberrio |
El cachiberrio era antiguamente el jefe de la danza tradicional de El Rasillo, perdida hace mucho tiempo. Pero era, a la vez, el nombre que los niños del pueblo le daban a un pañuelo con cinco nudos –cuatro en las puntas y uno en el centro– con el que jugaban. Este cachiberrio era un objeto infeccioso que tenías que evitar te tocase.
Los niños se ponían en círculo. En el centro estaba el cachiberrio tirado en el suelo. Un niño del corro cantaba la siguiente canción:
Al cachiberrio, berrio, berrio,
que lo coja quien Dios quiera,
que lo coja, que lo coja, ¡fulano!
El mencionado tenía que correr hasta el pañuelo y cogerlo al grito de «¡La yo pido quieto!»; en ese instante los demás tenían que quedarse inmóviles. El que tenía el cachiberrio en sus manos se lo tiraba a quien tuviera más próximo. Éste hacía lo mismo, así hasta que un niño tiraba el cachiberrio y no le impactaba a nadie, bien por mala puntería o porque el destinatario estaba lejos. Ese niño perdía y tenía que retirarse del corro.
La clave para que el pañuelo no te diera consistía en salir corriendo nada más oír el nombre de fulano en la cancioncilla. Esto tenía un peligro: el niño que cantaba se fijaba en quién estaba más dispuesto para la huida y pronunciaba su nombre para cogerlo desprevenido. De este modo tardaba más en llegar al cachiberrio, mientras los demás tenían tiempo para escapar.
Bibliografía:
- Ana Pelegrín, Repertorio de antiguos juegos infantiles, C.S.I.C., Madrid, 1998.