Título: El afilador |
La llegada a un pueblo del afilador era bien recibida; su carta de presentación era la musiquilla característica de su flauta de pan; en seguida era visitado por algún cliente y sobre todo por grupos de niños que, como agradeciendo la visita al pueblo -era algo que rompía la rutina- le iban cantando por las calles, canciones como ésta de Badarán.