Título: Danzas en la romería a la ermita de Oca |
El enigmático y todavía sin descifrar topónimo Oja, que da nombre a nuestra región, quizás tenga su origen más remoto en el hidrónimo prerromano Oca, aún conservado en la tierra burgalesa de Villafranca.
En el año 1833 se fijaron los actuales límites de la provincia de La Rioja aun a sabiendas que se quedaban cortos para encuadrar una región que de mucho tiempo atrás tenía una demarcación más dilatada en el espacio.
En 1701 fray Mateo de Anguiano definía a La Rioja como un valle “que comienza desde Villafranca Montes de Oca hasta la villa de Agreda. Todas las poblaciones que se contienen en dicha demarcación son pertenecientes a dicha provincia y sus naturales son y se llaman riojanos en estos tiempos.”
En el mapa de Tomás López del año 1769 se define la cuenca del río Tirón como frontera occidental de la región. Casi veinte años más tarde a que se creara la provincia de Logroño, el geógrafo Pascual Madoz insistía en que La Rioja comprendía un territorio que iba desde Villafranca hasta Ágreda:
«Cuatro son los límites que constituyen la demarcación de este territorio: el primero y mas esencial, es la cordillera divisoria de aguas entre Duero y Ebro, y que corre desde Villafranca Montes de Oca hasta Agreda: comienza en un estremo de aquellos montes y camina de Oeste a Este por la sierra de Pineda, sierra de Santa Cruz del Valle, sierra de San Antonio (cerca de dicha ermita nace el río Tirón), puerto de la Demanda, montes de las Hergijuelas (en que tiene su origen el río Oja), sierra de san Lorenzo, montes de Vado, sierra de Neila (donde nace el río Najerilla), pico de Urbión; montes llamdos de San Millán, sierra de Cebollera (origen del rio Iregua), puertos y montes de Piqueras (de los que nace el Leza), cumbre de la gargantilla (de cuyos cerros y valles nace el río Cidacos), sierra de Alba, Puerto de Oncala, montes de Alhama, puerto del Cortadero, sierra de Almuerzo, o de los siete Infantes de Lara, puerto del Canto Hincado, sierra de Montenegro (aldea de Agreda), confinante con la ciudad de Tarazona de Aragón…”
(Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar, Madrid, 1851).
Uno de los rasgos culturales a considerar para definir una comunidad es el de la danza procesional. En las coreografías, indumentaria y melodías de las danzas de Villafranca se observa, como en el resto de las danzas de La Riojilla, una continuidad respecto a las danzas de La Rioja Alta y Cameros y una ruptura en relación a las danzas del resto de la provincia de Burgos.
El segundo domingo de agosto los vecinos de Villafranca Montes de Oca y los de las doce aldeas que formaban su antigua jurisdicción van en romería a la ermita de la Virgen de Oca portando cada una sus pendones carmesís. En la explanada del santuario, donde se ubicó el primer obispado de Castilla, danzan Las Entradillas, Las Ovejitas, La Garibaldina, La Marcha Real, La Amasadera y Los Oficios. Se ha perdido la danza llamada Valseada del Arco que se ejecutaba con arcos de flores.