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Título: Danza de la Virgen Blanca de Ventosa I
Clasificación: Danzas procesionales
Localidad: Ventosa
Informante: Danzadores del pueblo
Recopilador: Javier Asensio García
Lugar y fecha: Ventosa, 5 de julio de 2014

 
Ventosa honra a la Virgen Blanca el primer sábado del mes de Julio. Los danzadores se unen con los gaiteros en la plaza del pueblo para subir andando hasta la Iglesia de San Saturnino acompañados de un pasacalles. Los ocho danzadores, por orden de antigüedad, junto con el cachiberrio, esperan fuera hasta que salga la procesión con la imagen de la Virgen.

Antiguamente, la festividad de la Virgen Blanca también se celebraba en invierno, concretamente el 23 de diciembre, día en que también se danzaba.

La danza arranca con tres saltos de los danzadores, momento en el que comienza a sonar la dulzaina. Los danzadores marchan de espaldas para no perder nunca de vista la imagen sagrada. A este baile continuo se le llama «los pasos llanos».

La tonada de la danza cambia cuando se desciende al pueblo por la Cuesta de los Danzadores y cuando se regresa a la iglesia por la de San Roque.

Cuenta la tradición que la Virgen fue pretendida por los navarros pero la imagen se hizo tan pesada que no pudieron moverla. Esta escena está descrita en el retablo de la iglesia donde los soldados navarros aparecen graciosamente tallados con bigote.

La danza se detiene en un lugar de la calle Mayor donde, según la tradición, la Virgen se hizo pesada. Allí la imagen da tres giros mientras los danzadores dan más giros a su alrededor y saltan cuando se enfrentan a ella.

Llegados de nuevo a la iglesia colocan la imagen sobre un pedestal y los danzadores giran y saltan a su alrededor. El cachiberrio será el último e intentará dar el mayor número de saltos.
 
Bibliografía:

  • José Antonio Quijera Pérez, Danzas tradicionales de La Rioja, IER, Logroño, 1992.
  • Julián Álvaro Rojo, «Ventosa y su danza a la Virgen Blanca» en La danza riojana. Historia, sociedad y límites geográficos, Espiral Folk, Alberite, 2001.