Título: Brindis a los cofrades |
El uno de enero al mediodía el mayordomo de la Cofradía del Niño de Grávalos, él solo y todo vestido de blanco, baila los brindis al son de la gaita y el tambor. Es uno de esos escasos bailes de un hombre solo que aparecen con cuentagotas en el folklore hispano -más dado a bailes en pareja y corros- en los que se ejecutan una especie de baile de respeto dirigido, en este caso, primero a los miembros de su cofradía, después a las autoridades locales y finalmente al vecindario.
Paralelos:
El Baile de La Balsa de Torralba del Río en Navarra se realiza en fiestas de San Juan, generalmente el sábado siguiente al 24 de junio durante la escenificación de la caza de Juan Lobo. Los cofrades bailan individualmente ante la lanza de la cofradía.
En el Baile de Respeto de la Virgen del Pino y San Roque en Vinuesa (Soria) del día 16 de agosto, los cofrades bailan uno a uno ante el cura y las autoridades locales.
En Orduña (Vizcaya) el día 9 de mayo se bailan Las Entradillas. Se trata de una danza en la que, uno a uno, danzadores de unos pueblos vecinos de Álava bailan ante el chistulari y la corporación municipal.
Otras danzas de un hombre solo en el País Vasco son la Mahaiganekoa (literalmente «la de encima de la mesa») de Mendexa y Marquina en Vizcaya. El danzari baila sobre una mesa en la que en uno de sus extremos está sentado el que hace las veces de alcalde.
Todas estas danzas de un hombre solo norteñas, desde Soria hasta Vizcaya, tienen algo en común: se trata de un ceremonial o baile respetuoso dirigido a una autoridad o cofradía significativa en la localidad.
Agradeciemientos:
A Emilio Xabier Dueñas, experto conocedor del folklore vasco, por sus detalladas anotaciones sobre las danzas de un hombre solo de Euskalherría.
Bibliografía:
- Josep Antoni Rius Ferrús, «El ciclo festivo de Navidad en Grávalos» en Piedra de rayo: Revista riojana de cultura popular, nº 11, 2003, págs. 34-55.
- Javier Asensio García y Helena Ortiz Viana, La navidad riojana, Piedra de Rayo, Logroño, 2005.