Arriba paloma y sube
que te quiero ver las ligas
y te quiero retratar
para cuando seas mía.

Debajo de tu ventana
hay un puchero con miel,
no se lo digas a nadie
que nos lo hemos de comer

La víspera de la fiesta de San Justo y Pastor en Diustes los mozos salían por la noche a colocar en la puerta de las mozas las aleluyas. Estas aleluyas eran una especie de cromos que contenían una ilustración y debajo un pareado. Al día siguiente, los mozos salían a cobrar las aleluyas cantando la vieja melodía que escuchamos en el audio.

Aleluyas de la vida de San Isidro Labrador

Las tonadas de las aleluyas de Diustes son equiparables a las de las albadas del Alto Cidacos, véase por ejemplo la similutud con las Albadas de Navalsaz que tenemos publicadas en esta página. Lo mismo podemos decir del canto de las enrramadas en los pueblos cameranos. Son todos ellos cantos sencillos y antiguos, anteriores a la llegada de las jotas de ronda, conservados en comarcas serranas, más proclives a mantener antiguas costumbres y modos de canto. En el caso de las aleluyas de Diustes nos encontramos, una vez más, que eran acompañadas por un gaitero -el tío Galo fue realmente clarinetista-, los mozos cantaban las aleluyas al unísono y el gaitero repetía la misma melodía.

Bibliografía:

• David Álvarez Cárcamo, Susana Arroyo San Teófilo, Enrique Borobio Crespo, Julia Escribano Blanco, Cancionero Soriano. Tomo 2. Rondas, Diputación Provincial de Soria, 2021.