Título: Al ángel de la guarda |
La creencia en un ángel que acompaña y protege a las personas desde su nacimiento hasta la muerte está mucho más extendida en la tradición cristiana que lo que cabría esperar de su escasa aparición en los textos evangélicos: «Yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado» (éxodo 23, 20).
La oración al ángel de la guarda es conocidísima, no tanto esta segunda parte que parece la síntesis de una vieja plegaria que ya rondaba en Inglaterra en el siglo XII.
Ángel de mi guarda,
dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de día.
Ángel de Dios,
que por tu divina piedad
me fuieste dado para mi guarda,
ilumíname y protégeme en esta noche
y en toda mi vida,
amén.
Bibliografía:
- José Manuel Fraile Gil, Conjuros y plegarias de tradición oral, Compañía Literaria, Madrid, 2001.