Título: Adiós, España, dijo un soldado II |
Adios España, dijo un soldado al despedirse de su nación.
-Adiós, mis padres, adiós, hermanos, adiós Emilia, de corazón,
ya viene el barco de la amargura adiós Emilia, de corazón,
si por desgracia en Ceuta muero tendrás recuerdos de un triste amor.
-Vete, soldado, vete tranquilo, vete a la guerra a pelear
que soy Emilia la que te quiere, la que te adora y te esperará-.
A los tres meses que en Ceuta estaba una gran carta él recibió,
era de Emilia, la que él quería y le decía que se casó.
¡Pobre soldado, pobre soldado!, muere de pena, muere de amor
y una morita que le escuchaba estas palabras así le habló:
-No tengo padre ni tengo madre ni tengo hermanos ni tengo amor,
si usted me quiere a mí, soldado, nos casaremos juntos los dos-.
Y a los dos años que en Ceuta estaba una gran carta él recibió
era de Emilia, la que él quería y le decía que ya enviudó.
-Tú, bien viudita, y yo bien casado, tú, bien viudita y yo bien de amor
me voy al moro, me traigo a mi mora la que mis penas me consoló-.