Riojarchivo

 

Título: Un niño llora en casa de una soltera
Clasificación: Cancionero
Localidad: Arnedo
Informante: Luz Divina Ruiz Ezquerro (9-9-1948)
Recopilador: Javier Asensio García
Lugar y fecha de recogida: Calahorra, 8 de noviembre de 2015

 

–¿Qué traes, amor mío,     con tal mala cara
si alguien te ha dicho     que yo no te amaba?
–No me han dicho eso     ni tampoco nada
yo quiero marcharme     a tierras lejanas
y cuando yo vuelva     tú serás casada,
tendrás un chiquillo     y serás amada?.
El querer del hombre     es como una caña,
es largo y estrecho     y dentro no hay nada.
El de la una mujer     es como una rosa
que en cuanto la tocas     ella se deshoja.
Vivo solita en el campo,     no tengo padre ni padre,
despreciada de la gente,     deshonrada de mi amante
que para mayor dolor     me ha dejado este chiquillo,
cada vez que el niño llora     se me renueva el cariño.
–No llores, hijo, no llores     porque me da mucha pena
porque dirán que un hijo llora     en casa de una soltera.
Solterita y desgraciada,     eso me ha pasado a mí
que por un amor tirano     la felicidad perdí.
Todas las mañanas bajo     a la orillita del mar
a preguntar a las olas     si han visto a mi amor pasar.
Hoy las olas me contestan:     –Ahora acaba de pasar
con un ramito de flores     que a ti te viene a entregar?.
?¿Quién habita en esta casa     que tantas penitas tiene?
–Habita una solterita     y tú la culpa la tienes.
–Vengo a casarme con ella     de penita que me da,
de que tiene un hijo mío     y no me sabe llamar?.
Ya se casa la soltera,     ya no la critica nadie,
ya se casa la soltera     y el niño ya dice padre.

Este tipo de canciones sobre madres solteras abandonadas por sus novios tuvieron su apogeo a fines del siglo XIX y comienzos del XIX. La nuestra tiene un final feliz pues el novio que se marcha a tierras lejanas regresa para casarse, así el niño que llora en casa puede llamar al padre por su nombre.