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Título: Al toque del ángelus |
Uno de los pilares de la religión cristiana, el de la Anunciación de la Virgen, momento en el que el arcángel Gabriel le anuncia a María que va a ser fecundada por el espíritu santo para tener un hijo de Dios, ha dado lugar a delicadas obras de arte en la que se ha representado a la Virgen con una azucena blanca en la mano como signo de virginidad.
El ritual católico ha puesto en el toque de campanas de las doce del mediodía el llamado rezo del ángelus en recuerdo de la Anunciación. Al oír las campanas del ángelus las gentes del pueblo se callaban y recitaban la conocida plegaria del Ángel del Señor que anunció a María seguida de un Avemaría. Los hombres del campo -si hasta donte estuvieran de faena llegaba el eco de las campanas- también detenían su labor y rezaban.
Pero la tradición oral nos deja de nuevo la sorpresa de un rezo que no está incluido en libros devocionarios de ningún tipo sino que viene de un tiempo atrás, ignoto, texto anónimo que se ha transmitido de boca en boca.
Azucena blanca,
rosa florida,
bendita sea la hora,
que fuiste nacida,
para madre de Dios,
fuiste escogida.
Bibliografía:
- José Manuel Fraile Gil, Conjuros y plegarias de tradición oral, Compañía Literaria, Madrid, 2001.