Riojarchivo

 

Título: Quintín ha entrado en Madrid
Clasificación: Brindis del vino
Localidad: Ezcaray
Informante: Florencio Villaluenga Villanueva, El Cusco (22-9-1926)
Recopilador: Javier Asensio García
Lugar y fecha de grabación: Ezcaray, 24 de mayo de 2000

 
El lunes siguiente al domingo de Pentecostés los vecinos de Ezcaray enfilan un camino que llaman «zigzag» para subir andando hasta la ermita de Santa Bárbara.

Tras la misa en honor a la santa y la procesión con la imagen llevada por las mozas la gente acude a una llanura cercana para divertirse en alegres corros. Ahora son simples vueltas pero antiguamente era un baile báquico ritualizado en torno a la canción que nos recordó Florencio.

La gente forma un corro, en medio se coloca una pareja con la bota y los músicos comienzan a tocar:

Don Quintín ha entrado en Madrid
con su espada rota
defendiendo la Constitución
beba usted una gota
y otra gotita
vuelva usted a beber
que sabe a la pez.

Cuando el corro canta «beba usted una gota» los de en medio tienen que obedecer. Al terminar de beber se incorporan al corro y todos cantan:

Tú te has bebido el vino,
el vino y el champán,
tú te has bebido el vino,
tú te has de emborrachar.

Chicos y chicas agarrados de la mano comienzan a pasarse la bota:

Que pase de mano en mano,
que pase la botella
y el vino que hay en ella,
bebamos sin cesar.
Alegres son los de mi compañía,
alegres son los de mi batallón
y hasta que no dispare
ninguno beberá.

En ese momento quien tiene la bota está obligado a beber hasta que los músicos le indiquen que pare, imitando el disparo de un fusil. Mientras, la gente no cesa de cantar:

Que beeeba, que beeeba, que beeeba, que beeeba… queee ¡púm!

Con el disparo deja de beber; el corro comienza de nuevo a cantar y no para este animado baile hasta que cada uno se va a comer con su cuadrilla o en familia en la misma pradería de Santa Bárbara.

La canción tiene cierto aire militar y nos trae recuerdos de las disputas bélicas entre carlistas y liberales de la España del siglo XIX.

Cusco

Florencio al pie de la ermita de Santa Bárbara