Título: Oración para bienmorir |
Arribita de un Belén hay una cueva muy linda,
toda llena de pilares, la menor de plata fina,
la labró nuestro señor para la Virgen María.
El que esta oración dijese siquiera una vez al día
a la hora de su muerte verá a la Virgen María.
Quien tenga una edad recordará lo habitual que era dormir más de una persona en la misma cama, bien fuera por la escasez de bienes o porque las familias de otros tiempos eran más numerosas. Las abuelas que habían enviudado solían acostarse con alguna de sus nietas. Ese momento de intimidad y contacto intergeneracional era propicio para la transmisión de oraciones, sobre todo las que se rezaban para dormir sosegadamente y espantar los peligros de la noche. Uno de los peligros nocturnos era el de la muerte súbita, así que en algunos casos las oraciones para acostarse también tenían como fin desear una buena muerte en el velado momento que ésta se produjese. La señora Encarna de Muro de Aguas nos recuerda una de estas oraciones que aprendió de su abuela.