Título: Las agachadillas II |
Cuatro segadores
iban a segar,
las agachaditas
quisieron bailar.
Agáchate, Pedro,
agáchate, Juan,
agáchate, Pedro,
vuélvete a agachar.
Viejo y divertido baile en el que se forman dos filas, una de pedros y otra de juanes. Al capricho de los cantadores se tienen que agachar los citados, mientras que los contrarios han de pasarles la pierna por encima. Hoy las mujeres son mayoría en este baile que antiguamente era mixto. En otros tiempos los hombres eran más desinibidos a la hora de cantar y bailar.
En el año 1927 el corresponsal de la revista El Najerilla en Canales de la Sierra (Mansilla de la Sierra, junio de 1927, nº 97, página 10) nos cuenta una breve anécdota sobre este juego practicado en una festividad de primavera:
“El segundo día de Pentecostés… el amigo R.M.G. se divirtió a su gusto y se volvía loco de satisfacción en el juego de las agachadillas, hubo que coserle el pantalón y el sombrero.”
Pocos meses antes en Viniegra de Abajo habían celebrado el mismo baile con motivo de los carnavales:
«Echaron las agachadas,
bien lo hizo Celestino
y a Rafael le gustaban
las torrejas con el vino.
Luego salimos de ronda
la cuadrilla en buena unión
y después para remate
bebimos rancio en porrón.»
(Laureado Poeta Pancho, El Najerilla, Mansilla de la Sierra, marzo de 1927, nº 94, página 3).
En Canales, Teodoro Velasco nos recuerda a su padre, Daniel, Teja, quien dirigía el baile tocando la guitarra y cantando las coplas de Las Agachadillas a su capricho:
Informante: Teodoro Velasco Martínez Tejita (9-9-1911) |