Título: Casada de lejas tierras II |
Este romance es bastante conocido en Canales de la Sierra, donde hemos recogido varias versiones y publicado alguna de ellas.
Una casadita de lejanas tierras
con el pelo barre, con los ojos riega,
solo su marido se acuesta con ella
y a la media noche dolores la dieran,
dolores de parto que parir quisiera.
–Maridito mío si bien me quisieras
a la tuya madre a llamarla fueras–.
–Levántese, madre, del dulce dormir
que la luz del día ya quiere venir,
la blanca paloma ya quiere parir.
–Si pare que para que para un varón
que reviente sangre por el corazón–.
–Pare, mujercita, por la Virgen Santa
mi madre no viene porque no está en casa.
–Maridito mío, si bien me quisieras
a la tuya hermana a llamarla fueras–.
–Levántate, hermana, del dulce dormir
que la luz del día ya quiere venir,
la blanca paloma ya quiere parir.
–Si pare que para que para un niña
que reviente sangre por una costilla–.
–Pare, mujercita, por la Virgen pura
mi hermana no viene tiene calentura.
–Maridito mío, si bien me quisieras
a la mía madre a llamarla fueras
aunque está muy lejos ella ya viniera–.
–Levántese, suegra, del dulce dormir
que la luz del día ya quiere venir,
la blanca paloma ya quiere parir.
–Espérate, yerno, espera en la puerta
que voy a coger orzas de manteca,
pañales y lienzos, todo que se ofrezca–.
Echaron un viaje y echaron a andar
y en medio (d)el camino sintieron tocar.
–Dinos, pastorcito, dinos la verdad
por qué repiquean en esta ciudad.
–Ha muerto una joven de lejanas tierras
por malas cuñadas por peores suegras.
–No tengo más hijas pero si tuviera
no las casaría en tan lejanas tierras–.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2009.