En la tarde de Jueves y Viernes Santo no se podían tocar las campanas. Para avisar de los distintos oficios litúrgicos que se oficiaban durante la tarde y noche, los monaguillos salían por las calles haciendo sonar unas carracas. En Viniegra de Arriba iba por delante de todos un monaguillo tocando el carraclón.

A la vez que hacían ruido exhortaban a acudir a los oficios con una tonadilla muy característica.

A las tinieblas, mujeres,
que se acaban los alfileres
hincar de rodillas
y a machacar las costillas.

Carraclas. Colección fotográfica del Museo de las 7 Villas, Ventrosa de la Sierra. Aranda fotógrafos; Carlos Sainz Blázquez, Carlos Muntión Hernáez y Enrique Martínez Glera.

Bibliografía:

José Manuel Fraile Gil, Conjuros y plegarias de tradición oral, Compañía Literaria, Madrid, 2001.