Título: La Virgen y el ciego II |
Preciosa versión cantada de este romance navideño muy conocido en La Rioja.
Camina la Virgen pura camina para Belén
como el camino era largo pide el Niño de beber.
–No pidas agua, mi vida, no pidas agua, mi bien
que los ríos bajan turbios y no se puede beber–.
Allá arribita arribita un hermoso naranjel
y el hombre que lo cuidaba era un ciego que no ve.
–Ciego, dame una naranja, que este niño tiene sed–.
Y el ciego le respondió: –Coja las que le haga a usted–.
La Virgen fue tan humilde que no cogió más que tres
una la ha dado a su hijo otra le ha dado a San José
la otra se quedó en sus manos para cuando tenga sed.
Apenas se fue la Virgen el ciego comenzó a ver
y el ciego le preguntaba quién le ha dado a mí mi ser.
–Ha sido la Virgen pura que camina hacia Belén–.
Bibliografía:
Javier Asensio García y Helena Ortiz Viana, La navidad riojana, Editorial Piedra de Rayo, Logroño, 2005.
Al libro acompaña un CD con grabaciones de campo en la que se incluye una versión procedente de la cercana localidad de La Avellaneda que tiene una melodía prácticamente idéntica a ésta de Zarzosa.
Nueva postal del venerado «Árbol de la Virgen» en Matarieh, cerca de El Cairo.
«XXIV 1. De allí se dirigieron al sicómoro que se llama hoy día Matarieh. 2. Y, en Matarieh, el Señor Jesús hizo brotar una fuente, en que Santa Maria le lavó su túnica. Y el sudor del Señor Jesús, que ella escurrió en aquel lugar, hizo nacer allí bálsamo. XXVI 2. ¡Oh sorprendente milagro, que haya sido llevado y paseado a través de los países, como quien no tiene morada, ni albergue, el dueño de todos los países y el pacificador de los mundos y de las criaturas!» (Evangelio árabe de la infancia de Jesús).