Título: Las cinco llagas |
Jueves Santo, Viernes Santo, día de mucha pasión
donde clavaron a Cristo a Cristo Nuestro Señor.
Por los pies echaba sangre por las manos mucha más
pasó por allí su madre y se la quiso limpiar.
–No me la limpie usted, madre, no me la limpie usted más
que estas son las cinco llagas que yo tengo que pasar
por los vivos y los muertos y toda la cristiandad–.
Déme una aceituna y el hueso pelao
me dé un cacho pan que me lo he ganao.
Las cinco llagas es un romance propio de Semana Santa, más concretamente de la tarde de Jueves Santo. En algunos lugares se cantaba durante la procesión de la noche, sin embargo en Villarroya eran niños pedigüeños los que salían por las calles cantándolo a media tarde para obtener alguna propina. El salir a pedir en la tarde de Jueves Santo era una vieja costumbre que pervivió y fue conocida en algunas localidades de nuestra región, no lo hacían para celebrar nada sino a modo de limosna pues se trataba generalmente de niños de familias necesitadas, como pobres y gitanos.
Publicado en el libro de Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.