Título: La huida a Egipto y el milagro del trigo |
El romancero oral es muy afín a algunos pasajes tratados en los evangelios apócrifos que, aunque no tenidos por oficiales, están muy presentes en la tradición. El arte religioso también los ha desarrollado, sobre todo varios milagros ocurridos durante la huida a Egipto como son el del árbol (de manzanas, naranjas o dátiles) que sacia la sed del Niño o el del trigo milagrosamente crecido en una sola noche.
Este milagro del trigo está muy presente en la tradición riojana, tanto que en varios pueblos se asegura que la Sagrada Familia pasó por ellos y se topó con dos sembradores, uno muy descortés que les dijo que sembraba piedras o abrojos, y otro que sembraba trigo. En algunos lugares quedan las huellas de las pisadas de la mula con la que viajaban la Virgen, el Niño y San José.
Miguel Lázaro Sánchez (5-11-1922). Recogido por Javier Asensio García el 21 de septiembre de 1989.
Para Egipto va la Virgen huyendo del rey Herodes
en el camino han pasado hambres, fríos y calores.
Y al Niño lo llevan con mucho cuidado
porque el rey Herodes quiere degollarlo.
Andando más adelante un labrador que allá vieron
la Virgen le preguntó: –Labrador, ¿qué estás haciendo?
–…………………………. Señora, sembrando
un poco de piedra para este otro año–.
Tanta fue la multitud que el Señor le dio de piedra
que parecía un terrón de las montañas de sierra.
Y este fue el castigo que Dios le envió
por ser mal hablado aquel labrador.
Andando, más adelante, otro labrador que vieron
la Virgen le preguntó: –Labrador, ¿qué estás haciendo?
–…………………………. Señora, sembrando
un poco de trigo para este otro año.
–Vendrás mañana a segarlo con muchísimos primores–.
El labrador fue a su casa con muchísima alegría
a contarle a su mujer todo lo que le decía.
Y al otro día fueron con muchos primores
a segar el trigo con muchos peones.
Estando segando el trigo ven venir dos a caballo
por una mujer y un Niño y un hombre van preguntando.
–Cierto es que los vi pasó por aquí
estando yo sembrando pasó por aquí.
–Labrador, dame las señas. –No te las negaré, no
la mujer es muy bonita y el Niño era como un sol
y él me ha parecido un poco más viejo
porque se llevaban quince años lo menos–.
Se apean de los caballos cien mil reniegas echaban
porque no habían logrado el intento que llevaban.
El intento era de meterlos presos
y de presentarlos al rey más soberbio.
Publicado en el libro de Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja. Editorial Piedra de Rayo. Logroño. 2009. El tema está incluido el CD nº 2 que acompaña al libro, corte 14.
La Virgen del Reposo. Detalle del milagro del trigo. Anónimo del siglo XVI. Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Bibliografía:
- Javier Asensio García y Helena Ortiz Viana. La Navidad riojana, Editorial Piedra de Rayo. Logroño. 2005.