Aún no llevaba dos meses      me mandaron a decir
que mi amada se moría      y al momento yo partí.
Al entrar en su aposento      yo le vi que se moría
y ella me dijo que entrara      que hablar conmigo quería.
Ella me dijo llorando      con lágrimas de su llanto:
-Ya que no puedo ser tuya      llévame hasta el camposanto-.
En mis brazos se murió      yo mismo le puse el velo
le di un besito de amor      que me sirvió de consuelo
y en mis brazos la llevé      hasta el mismo camposanto
la sepultura regué      con lágrimas de mi llanto.
Al meterla en el hoyo      el pañuelo le tiré
para que no ca(y)ese tierra      boquita que yo besé.
-Ya no quiero más amores      que se me ha ido la ilusión
y el recuerdo de mi amada      lo llevo en el corazón-.

Canción conocida en varios lugares de nuestra provincia con variantes que denotan cierta antigüedad y el recorrido que ha tenido en la tradición oral, cantada tanto por las mozas como por los quintos durante el servicio militar.

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