Título: El santo pariente del pesebre |
La España católica, que ha venerado por doquier las imágenes de santos y vírgenes, tiene reservados en su tradición varios cuentos que desbaratan la trascendencia de esos iconos sagrados. Al fin y al cabo, todas las imágenes provienen del tronco de un árbol. Basta que el árbol diera poco fruto o que un trozo del mismo tronco sirviera para hacer el pesebre donde comen los cerdos o las caballerías para echar por tierra la santidad de la imagen. En la tradición riojana son frecuentes este tipo de cuentos. En el caso que nos ocupa, San Bartolomé de Aldeanueva de Ebro, se cuenta una versión muy parecida a la siguiente de Calahorra, con pequeñas diferencias. Así, en la ciudad de los mártires, se dice:
Bendito San Bartolomé
nacido en mi melonar
del pesebre de mi burro
eres hermano carnal.
Mientras que en Arnedo hablan de un carrascal:
Bendito San Bartolomé
criado en un carrascal
del pesebre de mis burros
eres hermano carnal.
El tío Bautista donó el tronco de la carrasca que le había sobrado y tuvo suerte porque después de decir tales versos lo querían llevar a la cárcel y el cura lo impidió saliendo en su defensa y diciendo que sus palabras eran verdaderas.
Bibliografía:
Javier Asensio García, Cuentos riojanos de tradición oral, Piedra de Rayo, Logroño, 2006.