Título: La bastarda y el segador |
Por las comarcas cerealísticas de La Rioja Baja y también por el Camero Viejo, los hombres y mujeres entretenían las labores de escarda y de siega con este romance que Bonifacio Gil creyó no se encontraba en nuestra tierra -seguramente porque sus trabajos de campo se centraron más en La Rioja Alta-, y del que hemos podido recoger hasta catorce versiones distintas en nuestro Romancero general de La Rioja, además de ésta que nos ha cantado recientemente Poli de Arnedo. Este viejo romance se ha acoplado perfectamente a las labores agrícolas y al canto en común, siendo uno de los pocos romances preferentemente cantados por hombres. Las atrevidas proposiciones amatorias de la hija del “Marqués de La Coruña” a un humilde segador son motivo para compartir un momento de jocosidad en medio de la faena de la siega. El informante identifica esta tonada como típica del canto de siega.