Título: Galilea, el pueblo de los hidalgos |
Galilea, Galilea,
el pueblo de los hidalgos,
ponían las mesas altas
y no alcanzaban los galgos.
Debía ser habitual que los hidalgos llevasen la compañía de un perro galgo. El refranero así lo recoge:
Hidalgo que tiene un galgo, ya tiene algo.
Hidalgo sin galgo, no parece hidalgo.
Hidalgos y galgos, secos y cuellilargos.
A un pobre hidalgo, tres cofradías y un galgo.
Los hidalgos estaban exentos en la mayoría de las regiones de pagar impuestos y tener un oficio manual. Pese a su nobleza había algunos hidalgos de pocos recursos rondaban la pobreza. En esos casos su delgadez era comparada a modo de sátira con la delgadez de los galgos. Probablemente Galilea tuviera en el Antiguo Régimen una considerable población hidalga y los vecinos del estado llano les sacaron este dicterio para burlarse de su situación.
Bibliografía:
- Oscar Javier Mendoza García, Pueblos riojanos en romances, coplas y dichos recogidos por Bonifacio Gil García, I.E.R, Logroño, 2009.