Título: La caza de la loba se celebra con una fiesta |
Antolín vivió en San Vicente de Munilla hasta la emigración masiva de las aldeas durante los años sesenta del siglo XX. Él, siendo joven y pastor, no conoció los lobos en su comarca pero recuerda varios sucesos que le contó su padre. Uno de ellos fue el de unas pastoras que tuvieron que regresar al pueblo veloces porque se les acercaban los lobos. Llegaron a la fuente del pueblo y cuando ya se vieron seguras comenzaron a reírse de los lobos y hacerles burla. Estos les respondieron con aullidos.
En otra ocasión –la que cuenta Antolín– una loba que bajaba por la noches a comer los restos que arrojaban de una casa, la dejaron malherida de un tiro de escopeta hasta que bajó a morir al barranco de La Canal. Secularmente el lobo era una alimaña que hacía peligrar la vida de los ganados y, en consecuencia, el sustento de los vecinos. El día que mataban un lobo era fiesta en el pueblo.
Bibliografía:
- Abel Marrodán Pellejero, San Vicente de Munilla, la aldea abandonada y sus gentes, edición del autor, Logroño, 2006.